En una cazuela amplia y alta, echad un vasito de agua o de vino blanco y poned los mejillones, que previamente habréis lavado al chorro del agua fría, quitándoles con un cuchillo viejo las barbas y restos de verdín que llevan en las conchas.

Poned a fuego fuerte y tapando la olla para que se genere vapor y pueda hervir lo mas rápido posible.

A los 4 o 5 min empieza a hervir, y tendréis que destaparla al oír subir el liquido, ya que suele salirse con la tapa puesta.

Con 2 o 3 minutos de este hervor se habrán abierto todos los mejillones. Los que no se hayan abierto, descartadlos porque no están buenos.

A los abiertos, separad la valva vacía y poned sobre un plato o fuente la que contiene al mejillón, poniéndoles luego algo del líquido de la cocción por encima para que estén en su jugo.

Cuando se cocina una salsa (marinera, etc ) se recupera esta agua de cocción, pasándola por un colador, para eliminar las barbas o arena que queden en el líquido.

Presentación: para tomar se pueden comer así al vapor con una gotas de limón y en su propio jugo, bien templados y recientes.

Otra opción seria tomarlos con la salsa diabla, poniéndoles una pizca de mayonesa a cada mejillón y unas gotas de tabasco sobre esa mayonesa. La otra opción seria la salsa marinera o picante.

Una forma de hacer esta modalidad con la salsa marinera, sería hacer el sofrito o la salsa primero, sin el jugo, y cuando esta hirviendo la mezcla, echar entonces los mejillones crudos y que se cocinen con la salsa de base hasta que suelten su jugo, que se unirá así a la salsa, y ya estarían listos para tomar.