Pelar las patatas, cortarlas en rodajas de 1 centímetro aproximadamente y sazonarlas. Batir los huevos en un bol o plato bien hondo. Extender la harina en otro plato. Pasar cada una de las patatas por el huevo batido y después por harina. Con un tenedor o cualquier cubierto puedes echar por encima del trozo de patata la harina, para que se cubra bien por todos los lados.

Freírlas brevemente en una sartén con aceite y escurrirlas sobre un plato forrado con papel absorbente de cocina. Es posible que al hacer una cierta cantidad se te vaya quemando la harina sobrante en el aceite. Si se pone muy oscura es mejor que tires el aceite, limpies la sartén con agua muy caliente, renueves el aceite y esperes que se caliente.

Pelar y trocear los ajos y majarlos en el mortero. No hace falta el mortero, puedes simplemente trocearlos y mezclarlos con el perejil. Si tienes azafrán, añadir las hebras de azafrán y el vino. Mezclar bien. Si no tienes azafrán no pasa nada. No es necesario.

Preparar en un cazo pequeño medio litro de agua y ponlo a calentar. Echar una pastilla de caldo de carne ya desmenuzada y esperar a que se disuelva. Este paso lo puedes suprimir si tienes caldo en tetra-brik ya hecho.

Poner aceite de oliva en una olla (cubrir el fondo nada más). Picar la cebolleta finamente y ponerla a pochar. Echar los ajos con el vino y el perejil y mezclar bien. Echar algo de sal. Añadir una cucharada de harina y rehogar brevemente.

Colocar las patatas dentro de la olla y cubrirlas con un poco de caldo.

CAZUELA NORMAL: Poner a fuego suave durante 15-16 minutos removiéndolas de vez en cuando

OLLA A PRESIÓN: cerrarla, dejar que se caliente y cuando gire pesa, bajar un poco el fuego, y mantener así durante 5-6 minutos. El tiempo depende del grosor de los trozos de patata y de la cantidad.

Para servir, espolvorear con perejil picado.