Esta salsa es una base que conviene hacer cada uno o dos meses y tenerla en botes congelados, ya que se utiliza en muchísimas recetas y siendo natural, los platos a los que se añaden resultan muy ricos.

1.- En una cazuela o cazo alto echad un chorrito de aceite y la cebolla picada en grandes trozos, para rehogar a fuego lento, y echad el diente de ajo pelado, el tomate y resto de ingredientes y subid el fuego hasta que empieza a hervir (burbujea).

2.- Bajad a fuego muy lento entonces y que siga semi tapado, durante mínimo 20 minutos y máximo 40 minutos.

3.- Apagad y dejad enfriar/reposar y entonces metéis una batidora de brazo (minipimer) y trituráis esa mezcla hasta que quede lisa (retirando la hoja de laurel antes).  

4.- Después se pueden llenar varios tarros de cristal (de los de mermelada) y tapar.

5.- Dejad enfriar antes de meter en el congelador.


Para descongelar:

a) pasáis el tarro por un chorro de agua para quitarle el hielo.

b) lo metéis al microondas sin tapa durante 2 min. (a potencia máxima, 800),

c) luego un minuto más y lo batís un poco con una cuchara.