Poner el aceite en un cazo y calentar a fuego medio.

Echar la harina y revolver con el aceite muy enérgicamente para que quede sin grumos y añadir un chorrito de la leche y seguir removiendo muy rápido, procurando que la masa espesa vaya  quedando sin grumos o bolitas, y seguir añadiendo de poco en poco la leche, a medida que se convierte en un puré espeso primero y luego ya con toda la leche, en una cremita clara.

Si en este punto veis que se notan muchas bolitas o grumos, la solución de emergencia es meter la minipimer o batidora a una velocidad baja (2-3) y batirlo hasta que quede lisa.

Subir un poco el fuego, y echad entonces la sal y la nuez moscada, y seguir removiendo hasta que con el calor, empieza a hervir la salsa y a espesarse poco a poco.

Sin dejar de remover, bajáis el calor a fuego mínimo, y que pueda hervir durante al menos 5 min, con cuidado de que no se pegue al fondo y a los lados, razón por la que hay que seguir removiendo. Al fin de 5 -7 min de hervir a fuego medio-bajo, la salsa está ya lista.

Variantes:

Rosa: Si en la fase de hervir, le echáis dos o tres cs de salsa de tomate será una bechamel rosa, muy rica con macarrones, o sobre patatas fritas, sobre un huevo frito o cocido, etc

De Espinacas: echadle durante la fase de hervido 200 grs de espinacas cocidas o rehogadas con un poquito de ajo y aceite de oliva, creando asi una crema de espinacas.

Espesa: Si cambiáis la proporción de harina y leche, aumentando la de harina a 4 cs pero rasas,  la salsa resultante será mas una crema de croquetas, a la que podéis añadir trocitos de jamon serrano, o un resto de pollo, o un huevo o dos cocidos y picados, y con eso tenéis ya la masa de croquetas, o una bechamel  espesa con la que se puede envolver cualquier filete, huevo o trozo de pescado blanco y rebozándolo ( pasándolo por huevo batido y pan rallado), convertirlo en un frito al estilo cántabro.